El Banco Central ha anunciado que mantendrá el tipo de cambio de la moneda boliviana frente al dólar estadounidense. El dólar estadounidense cerró a un promedio de 6,85 bolivianos, lo que representa un cambio de 1,75% respecto al tipo de cambio del día anterior de 6,73 bolivianos. En los últimos siete días, el dólar estadounidense ha experimentado un aumento del 1,89%, con un aumento interanual del 2,15%. Este dato supone un cambio respecto a la tendencia negativa de los dos días anteriores. La volatilidad de la semana pasada ha sido ligeramente superior a la del año anterior, indicando un comportamiento más inestable.

A pesar del tipo de cambio oficial del Banco Central de Bolivia de 6,96 para la venta y 6,86 para la compra, el precio de calle del dólar difiere. Esto se hizo evidente a principios de 2023 cuando se registró una escasez de moneda estadounidense. En términos de inflación, el gobierno boliviano anticipa una tasa del 3,60% para 2024, cerca de los tres puntos porcentuales ideales. Bolivia ha mantenido un control estable de la inflación en los últimos años, a diferencia de otras economías de la región. Las previsiones de crecimiento económico del Banco Central de Bolivia esperan un crecimiento del 3,71% en 2024.

El boliviano es la moneda de curso legal de Bolivia desde 1987, reemplazando al peso boliviano. El Banco Central de Bolivia regula la emisión de la moneda y actualmente se encuentran en circulación monedas bolivianas. Durante la época colonial, la acuñación e impresión de moneda boliviana cesó por falta de interés político, lo que llevó a que se crearan monedas y billetes en el extranjero. En 2013 todavía se fabricaban en países como Reino Unido, Francia y Chile.

En 2014, Bolivia dependió de un alto gasto público y un creciente crédito interno para mantener su crecimiento, lo que resultó en un aumento de la deuda pública y una reducción de las reservas internacionales. La pandemia de coronavirus tuvo un severo impacto en la economía de Bolivia, aunque la inflación fue menor que en otras naciones latinoamericanas. En 2022, Bolivia tuvo una tasa de inflación más baja que sus países vecinos debido a los subsidios al precio de los combustibles y un tipo de cambio fijo del dólar respecto de la moneda local. Sin embargo, el país enfrentó una pérdida de reservas internacionales y un aumento de la deuda. Además, los esfuerzos globales para la transición a energías limpias empujarán a Bolivia, uno de los mayores países exportadores de gas, a buscar alternativas.